Aunque parezca ciencia ficción, ya existen empresas y emprendedores que están fabricando indumentaria a partir de cáscaras de naranja, café y yerba mate. En busca de reducir el impacto ambiental e incrementar la durabilidad de los productos, la industria textil busca renovarse y adaptarse a los tiempos a partir de desarrollos de biotextiles.
Los datos que impulsa esta tendencias son más que elocuentes:
Todo estos son los datos que recogió la radio y televisión española en un documental que publicó hace pocos meses.
La tendencia de fabricar ropa con materiales biodegradables, que eviten un uso indiscriminado de recursos y que luego de su uso no contaminen ya se está convirtiendo en una tendencia en auge y claro, una oportunidad para emprender.
El desafío de esta tendencia es pasar de lo artesanal a la escalabilidad para poder salir de un nicho y ser más popular.
A continuación, te presento tres casos que representan la revolución que se está gestando:
Según el Foro Económico Mundial, la industria de la moda es el segundo mayor consumidor de agua, emite el 10% de las emisiones de carbono en todo el planeta y se le adjudica la responsabilidad del 20% de la contaminación industrial del agua.
El dato inspirador: cada vez son más las personas que prefieren productos sustentables, e incluso están dispuestas a pagar más. Crece el mercado, crece la oportunidad para emprender.
La clave y el futuro estará en la investigación, creación de producto innovadores y poner el foco en exportar.